miércoles, 22 de julio de 2015

"Es importante que las mujeres aprendan a defenderse de los machistas violentos"


Entrevista a Jesús Moya/ Especialista Internacional en deportes de contacto
Muchos de sus compañeros de colegio lo llamaban “el raro” porque a los diez años eligió practicar artes marciales. Estudió en el CEIP “Ausias March” de Elche y recuerda que durante el patio era común ver a la gente joven drogarse en los alrededores del centro, corrían los años 80 cuando el consumo de heroína se disparó en España. Jesús Moya (Alicante, 1977), ocupa el octavo lugar en el mundo en el ranking de la WUFC, ha sido escolta de víctimas del terrorismo en el País Vasco y cuenta con un amplio currículum que lo ha llevado a China, Brasil o Estados Unidos como alumno, como atleta y como formador. En la actualidad dirige la Warriors Academy y cree que los deportes de contacto son una opción para que las mujeres aprendan a defenderse de la violencia machista.
Pregunta: ¿Alguna experiencia que le haya marcado?
Respuesta: Ver como muchos de mis compañeros de clase están presos, otros son adictos a las drogas y algunos están muertos. Otros han logrado superar la adicción, pero a mí me sirvieron de mucho los valores que me inculcó mi padre, que me dio la oportunidad de ser una persona disciplinada a través de las artes marciales.
P: Es común asociar los deportes de contacto a los grupos ultra del fútbol, a los hooligans, y a la violencia callejera. ¿Qué opina al respecto?
R: A ver, no es que los deportes de contacto estén vinculados a la violencia, es que hay gente violenta a la que gusta saber pegar y se apuntan para convertirse en cabecillas dentro de sus grupos. Ahora bien, es fácil reconocerlos porque no les interesa tanto aprender la técnica, les gusta más pegarse.
P: ¿Ha tenido personas de este tipo en su academia?
R: Sí y han sido expulsadas inmediatamente. Yo tengo una máxima en mi academia y es que cuando alguien se inscribe, pido que me rellenen una ficha con sus datos, luego se la paso a la policía y si cuentan en su historial con agresiones físicas a otras personas, han estado implicados en peleas callejeras o han recibido denuncias por maltrato a las mujeres o violencia de género, no les acepto.
P: Ya que aborda el tema de la violencia de género. ¿Hay muchas mujeres inscritas en su academia?
R: La verdad es que las mujeres representan entre el 5% y el 10% del total de alumnado, es un porcentaje bastante bajo.
P: ¿Por qué deciden inscribirse las mujeres?
R: Las que lo hacen porque les gusta el deporte de contacto es un número reducido. Cuando hablas con ellas y les preguntas descubres que muchas veces han sido víctimas de algún tipo de violencia, te preguntan por situaciones específicas, se nota que les ha pasado algo.
P: Perdone que insista. ¿Son muy pocas mujeres, no?
R: Desde pequeños nos socializan en que los deportes de contacto son para hombres y que las mujeres deben elegir entre el aerobic y el spinning para tener un culo bonito.
P: ¿Qué opina de la igualdad?
R: Hay mucho camino por recorrer porque vivimos aún en una sociedad machista.
P: ¿Cómo aplica criterios de igualdad en sus cursos?
R: Cuando entreno a mujeres y hombres les explico que aquí todos somos alumnos y hacemos lo mismo, que rompamos barreras sobre la propia capacidad, porque lo que quiero es que se superen a sí mismos. Recuerdo que en una clase con niñas y niños, estaban haciendo calentamiento, daban un número de patadas, y uno de los niños ante los resultados de una niña comentó: “claro, es que como es mujer lleva ventaja”, y lo castigué poniéndolo a barrer, pero antes le expliqué el por qué. Cuando los demás ven que aquí no se permiten esas actitudes, aprenden que este no es un espacio para el machismo.
P: ¿Alguna alumna ha sido víctima de la violencia machista?
R: Hace dos años una chica que llevaba pocos meses recibiendo clases fue atacada por un hombre, se defendió técnicamente como pudo y logró neutralizar al agresor. Quería secuestrarla y violarla, de acuerdo a las características de la agresión. Muy pocas mujeres están preparadas en autoprotección y defensa personal, aunque lo ideal sería que ningún hombre agrediera a una mujer por el hecho de ser mujer.
P: ¿Habría que masificar la formación específica en prevención de la violencia de género desde la defensa y la autoprotección?
R: Lo importante sería que desde la escuela y desde la casa los niños y las niñas estuvieran formados en la igualdad. La formación que yo puedo dar es complementaria de la otra, allí sí considero que todas las personas deberían saber defenderse de una agresión, pero es eso, una defensa, la neutralización del agresor, que muchas veces no implica enfrentarse, correr también puede ser una opción en algunos casos o saber cómo piensa un agresor y adelantarte a sus acciones, saber cómo actuar si estás en un espacio reducido o en un espacio abierto, entran en juego muchos factores.
P: Ha impartido cursos de prevención de violencia de género a docentes en la Vega Baja. ¿Qué tal ha sido la experiencia?
R: Bueno, durante el pasado periodo escolar, impartimos un curso y participamos en unas jornadas. El asesor de Escuela Inclusiva del Cefire de Orihuela, Santiago Soriano, nos propuso la formación y al principio me pareció un poco extraño porque hasta ahora no se me había dado la oportunidad de formar específicamente a docentes. Yo había impartido cursos de autoprotección y defensa dirigidos a mujeres en mi academia y tenía una idea clara de cómo hacerlo. Siempre te encuentras con que las situaciones de mayor temor para las mujeres son similares: aparcamientos públicos, garajes, calles poco transitadas, zonas para prácticas deportivas, cuando vuelven a casa de noche y han dejado el coche lejos. Es un lugar común, pero en la educación está la clave para cambiar las cosas.