"Elche será declarada ciudad libre de circos y atracciones con animales"

Lidia Gelardo Ruiz/ Animalista activista de Elche

Lidia junto a Sprocket, el cachorro que acoge/ JOSÉ MICHELLI

En Elche no hay corridas de toros desde hace más de 20 años, pero aún se realizan eventos con animales. Lidia Gelardo Ruiz (Elche, 1979) forma parte de una campaña de recogida de firmas para que esa realidad cambie. Su padre le propinó una paliza a los 14 años por manifestarse contra la tauromaquia, ahora tiene 36 y ha recibido insultos, golpes, patadas, escupitajos, multas, le han tirado excrementos y le han dislocado un hombro por protestar contra el maltrato animal en el "Torneo del Toro de La Vega" de Tordesillas, "Els bous a la mar" de Denia o "El Toro embola'o" de Medinaceli. Desde hace ocho años es voluntaria de la "Protectora de Animales y Plantas del Baix Vinalopó" y junto a compañeras y compañeros de activismo participó en la primera charanga animalista en las fiestas de Elche. Lidia se presentó a la entrevista con Sprocket, un cachorro que iba a ser sacrificado y que ahora espera ser adoptado.

Pregunta: ¿Para qué servirán las firmas que están recogiendo los miembros de la Plataforma Animalista Activista?
Respuesta: Las presentaremos al Ayuntamiento de Elche, para que sea declarada "Ciudad libre de circos con animales y de atracciones con animales".

P: ¿Atracciones con animales?
R: Los carruseles con ponis o vaquillas de feria, por poner dos ejemplos.

P: ¿Cuántas firmas han recogido hasta ahora?
R: Más de dos mil. Estimamos recoger tres mil para presentar nuestra propuesta al finalizar el verano.

P: ¿Cuentan con apoyo institucional?
R: Al enterarse de nuestra propuesta, la concejala de Compromis, Mireia Mollà, dijo que las firmas no hacían falta, que  es un hecho. Nosotros las presentaremos igual para que tengan el respaldo de la ciudadanía porque es una iniciativa popular impulsada por activistas de diferentes plataformas.

P: ¿Usted es antitaurina?
R: No, yo amo a los toros, antitaurinos son quienes los torturan hasta la muerte.

P: ¿Qué significa ser animalista?
R: Entender el dolor del prójimo. Cuando vamos a la escuela, en Ciencias Naturales nos enseñan que hay cuatro reinos y en el reino animal estamos incluidos todos, lo mínimo que pedimos es que ningún animal sea maltratado, que se les respete, aunque nos gustaría que todo el mundo fuera vegano.

P: ¿Por eso recorre diferentes fiestas españolas que incluyen corridas de toros y eventos similares?
R: Cuando vas a pueblos pequeños como Tordesillas, Denia o Medinaceli, te das cuenta que mucha gente del propio pueblo que está en contra del maltrato animal no puede manifestarse para evitar amenazas y acosos posteriores, viven allí y necesitan apoyo. Los activistas estamos en red y conciliamos nuestras vidas con nuestra lucha de la manera que mejor podemos.

P: ¿A cuántas manifestaciones ha asistido?
R: Ahora en el verano, intento acudir a dos por semana como mínimo, priorizo las que son más importantes, las más emblemáticas como el "Torneo del Toro de La Vega" o un pleno del Ayuntamiento de La Romana donde se prohibió el toro embola'o.

Lidia en la protesta contra el "Toro embola'o" de Medinaceli/ Diario de Soria

P: Sobrevive...
R: Nos gritan: "abortistas", nos lanzan patadas voladoras, nos dan golpes, nos han tirado mierda. En Tordesillas me dislocaron un hombro y la voluntaria de la Cruz Roja que me acompañó en la ambulancia al hospital de Valladolid me sentenció: "no te digo lo que pienso de ti, por ética, porque si no...". Peor que eso fue ver a muchos padres aplaudiendo, cuando sus hijos de no más de doce años gritaban a compañeras en Tordesillas: "déjenmelas a mí que ya verán como las violo para que se les quite la tontería".

P: Entonces Elche es un paraíso animalista...
R: Durante la recogida de firmas nos hemos dado cuenta del rechazo que produce en muchas personas mencionarles el tema. También es una oportunidad para concienciar. Una madre me decía: "pero a mi hijo le gustan los animales, yo no puedo firmar eso". Le respondí: "eso no es que le gusten los animales. Si todos conociéramos el maltrato permanente y continuo al que son sometidos para tener esa actitud de pasividad y obediencia en un circo o en cualquier atracción, descubriríamos que al apoyar esos espectáculos, también los maltratamos. A mí me gustan los animales, por eso no quiero que los maltraten". Se quedó pensativa, aunque no firmó.

P: ¿Y la perrera de Bacarot?
R: Todas las personas que viven en Elche deberían saber que el Ayuntamiento paga entre 50 y 80 euros cada vez que recogen un perro callejero o a otro que se ha perdido y luego es reclamado por sus dueños. Sin embargo, en Bacarot piden un donativo de 50 euros a quienes reclaman sus perros perdidos. Fatal.

P: ¿Cómo se puede resolver ese problema?
R: Es muy complejo, pero una medida sería que toda la policía contara con lectores de chips y llamasen a los dueños, así no sería necesario llevarlos a Bacarot.

P: Parece sencillo...
R: Pero hay más, porque también está el sacrificio de muchos animales, tanto perros como gatos, porque sacrificarlos es más barato que mantenerlos. Lo ideal sería contar con un espacio municipal en Elche que pueda prestar los mismos servicios que Bacarot.

P: Ahora suena complejo...
R: Hay muchos municipios que han eliminado las perreras y han dejado solo a las protectoras, que es otro tema, la "Protectora de Animales y Plantas del Baix Vinalopó" depende de muy pocos socios que realizan aportaciones y donaciones, pero en la época en la que estamos muchas personas se han dado de baja y se hace lo que se puede, porque tenemos un albergue con muchas limitaciones de espacio y económicas. Lo más importante es el voluntariado que hace cosas inmensas por los animales.

P: ¿Cómo se puede ayudar a los animales para evitar que sean sacrificados?
R: En la protectora siempre se necesitan dos cosas: personas que adopten y/o que acojan animales. El lema es : "adopta, no compres", porque cuando compras un perro avalas el sistema de explotación de cría y venta, que aunque es legal, somete a los animales a la crueldad y el deterioro. Las perras usadas para la cría están destrozadas a los seis años y terminan en la perrera sacrificadas, y si tienen suerte, son adoptadas pero con poca esperanza de vida. Vamos a adoptar porque los animales nos necesitan.

P: Mucho por hacer...
R: Yo vivo para esto y seguiré trabajando por los derechos de los animales.